DIAMANTE MANDARÍN

El diamante mandarín (Taeniopygia guttata) es un pequeño pájaro originario de Australia que se ha popularizado mundialmente como mascota. Su atractivo se debe a su pequeño tamaño, su plumaje colorido y su naturaleza sociable. Son aves muy resistentes, lo que facilita su cuidado y los convierte en una opción ideal para los amantes de las aves, ya sea para principiantes o expertos.Los diamantes mandarines tienen un tamaño de entre 10 y 12 cm de largo y un peso entre 12 y 20 gramos. Son aves activas, que disfrutan de volar y se sienten más cómodas en compañía de otros de su misma especie, lo que les permite mantenerse emocionalmente estables.

Características del Diamante Mandarín

Dimorfismo Sexual: Una de las características más notables de los diamantes mandarines es el dimorfismo sexual. Los machos tienen un plumaje más brillante y colorido, con un pecho naranja y mejillas rojas, mientras que las hembras son más discretas, con un color más apagado, generalmente en tonos grises y marrones. Este dimorfismo es crucial para la identificación y para quienes buscan criar aves.

Comportamiento: Los diamantes mandarines son aves extremadamente sociables, lo que significa que deben ser mantenidos en pareja o en grupos. Son más felices en compañía de otros miembros de su especie. Sin embargo, no suelen ser muy cariñosos con los humanos y prefieren interactuar entre ellos, aunque no son agresivos. En su entorno natural, son conocidos por su canto melódico, que es una de las principales características que atrae a los aficionados.

Jaula y espacio para el Diamante Mandarín

Tamaño de la jaula: Aunque son aves pequeñas, los diamantes mandarines necesitan un espacio adecuado para poder volar. Una jaula ideal para una pareja de diamantes mandarines debería tener al menos 60 cm de largo, 40 cm de alto y 40 cm de ancho. Lo más recomendable es optar por jaulas horizontales ya que permiten un mayor espacio para el vuelo lateral.

Ubicación: Es fundamental elegir una ubicación tranquila y estable para la jaula. Los diamantes mandarines no deben estar expuestos a corrientes de aire o temperaturas extremas. Un lugar ideal tiene que estar a temperatura constante, entre 18 y 24 grados Celsius. Es importante evitar que estén demasiado cerca de fuentes de calor, como radiadores, o de ventanas donde puedan estar expuestos a la luz directad del sol.

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